Redacción
Las acciones de BBVA se dispararon más del 10 % en los primeros momentos de la sesión de este viernes, mientras que las acciones de Sabadell se hundieron más del 6 %. Esto se produjo tras el fracaso de la opa lanzada por la entidad presidida por Carlos Torres sobre el banco catalán.
En la apertura, tras varios minutos de inactividad, los títulos de BBVA aumentaron un 10,59 %, alcanzando los 17,35 euros. En contraste, Sabadell se dejó un 6,63 %, cotizando a 3,015 euros por acción.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) anunció ayer, tras el cierre del mercado, que BBVA había conseguido el respaldo del 25,47 % del capital del Banco Sabadell, muy lejos del objetivo inicial de alcanzar al menos el 50 %, lo que dejó sin efecto la opa.
El IBEX cae el 0,88 %
El principal selectivo español, el IBEX 35, cayó un 0,88 % tras la apertura, siguiendo la tendencia del resto de plazas europeas, influenciado por las dudas sobre los problemas crediticios de los bancos estadounidenses. En medio de todo esto, las acciones de BBVA se dispararon un 7 % tras el fracaso de su opa sobre Sabadell.
A las 9:15 horas, el IBEX 35 bajó hasta los 15.506,1 puntos, reduciendo sus ganancias anuales al 33,7 %.
Dentro del IBEX 35, donde solo tres valores ahora cotizan en positivo, BBVA se elevó un 7,35 %, tras el fracaso de la opa sobre Sabadell, que, por su parte, es el valor que más cae del selectivo, perdiendo un 6,53 %.
Otras entidades también experimentaron caídas significativas: Santander bajó un 3,83 %, CaixaBank un 3,06 % y Bankinter un 2,99 %. Asimismo, Repsol retrocedió un 1,68 %, Inditex un 1,26 %, Iberdrola un 0,57 % y Telefónica un 0,18 %.
La Bolsa española abrió este viernes con fuertes pérdidas, superando el 1 % y acercándose a los 15.400 puntos. Sin embargo, estas caídas se suavizaron gracias a la notable revalorización de BBVA.
El IBEX 35 y el resto de plazas europeas también se vieron afectados por la tendencia negativa en Asia y Wall Street, donde surgieron dudas sobre el desempeño de los bancos regionales y su capacidad para recuperar créditos de algunos de sus mayores prestatarios, además de temores por posibles fraudes.
