La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha propuesto elevar la tasa de retribución financiera de la red de distribución y transporte de electricidad hasta el 6,58 % para el periodo 2026-2031, acortando la distancia respecto a los niveles que reclama el sector. Esta es la segunda propuesta que presenta el organismo, ya que en julio pasado se había sugerido fijar esta tasa en el 6,46 %, un incremento desde el 5,58 % actual, aunque aún por debajo del 7,5 % demandado por las eléctricas.
Política energética del Gobierno
Según la información publicada por la CNMC, los documentos de ambos proyectos de circulares ya han sido enviados al Ministerio de Economía para solicitar el correspondiente dictamen del Consejo de Estado por trámite de urgencia. Este es el último trámite preceptivo antes de la aprobación de la norma, que deberá producirse antes del próximo 31 de diciembre. En relación con la tasa de retribución financiera, la CNMC sostiene que las modificaciones en su metodología de cálculo permiten cumplir con las orientaciones de política energética del Gobierno.
Transición energética
En un contexto global de aceleración de la transición energética, el documento resalta que la nueva tasa del 6,58 % «aumenta significativamente» la del periodo anterior, lo que se debe, en gran parte, a los ajustes en la propuesta de metodología. Esta modificación de la tasa tiene un impacto económico sobre el total a pagar a las empresas que gestionan el transporte y la distribución eléctrica, afectando, así, los costes regulados del sistema.
Impacto por escenarios
La CNMC plantea dos escenarios respecto a las inversiones en infraestructura. En el primero, las compañías, tanto Red Eléctrica, del lado del transporte, como las distribuidoras, realizarían un volumen anual de inversiones similar al promedio observado entre 2018 y 2023. Esto implicaría que las inversiones estimadas en transporte ascendieran a 2.933 millones de euros, y en distribución a 9.961 millones entre 2026 y 2031. En este contexto, un aumento de la tasa del 5,58 % al 6,58 % supondría un incremento anual de 338 millones de euros en la retribución conjunta de ambas actividades, de los cuales 81 millones corresponderían al transporte y 257 millones a la distribución.
El segundo escenario considera una inversión anual promedio en redes de transporte y distribución de 4.886 millones de euros, lo que representa 2,3 veces más que en el periodo anterior. Así, entre 2026 y 2031, se retribuirían inversiones en transporte por valor de 9.524 millones de euros y 19.794 millones en distribución. En este caso, una tasa del 6,58 % generaría un aumento anual estimado de la retribución del transporte y distribución eléctrica de 344 millones de euros en 2026, que se incrementaría progresivamente hasta 502 millones en 2031. La subida anual promedio se calcularía en unos 412 millones.
Actividad regulada
La variación en la tasa afectaría principalmente a los peajes correspondientes a los consumidores conectados a baja tensión, en su mayoría, los domésticos. Sin embargo, el efecto final dependerá de la demanda adicional generada por dicho aumento de inversiones, ya que a mayor demanda, menor será el impacto, y viceversa. Las redes constituyen una actividad regulada conforme a la normativa de la CNMC, que determina lo que pueden cobrar las empresas distribuidoras. Estas repercuten los costes mediante los peajes, que son las cantidades que los consumidores abonan por utilizar estas infraestructuras, basadas en la potencia y la tensión. Los ingresos obtenidos por estos peajes se destinan a un fondo común que la CNMC desembolsa entre las compañías siguiendo criterios específicos.






