El magnate egipcio Samih Sawiris, proveniente de la familia que creó el conglomerado Orascom y una de las más adineradas del continente africano, ha hablado sobre los retos que enfrenta Egipto para atraer inversiones extranjeras. En una reciente entrevista, durante el festival de cine de El Gouna, Sawiris ha resaltado la burocracia como el principal obstáculo para los inversores en el país. Asegura que el gobierno está empezando a reconocer estos problemas y busca solucionarlos, aunque de manera gradual.
“El principal problema para las inversiones, en general, es la burocracia. Siempre ha sido el mayor obstáculo en este país, para todos. Pero creo que el Gobierno empieza ahora a reconocer todos esos problemas que suponen una carga y un riesgo para los inversores extranjeros, y está tratando, poco a poco, de eliminarlos”, afirmó Sawiris. Esta declaración se produce en un contexto donde Egipto busca revitalizar su economía y atraer capital extranjero.
Samih Sawiris se encuentra en El Gouna, un balneario que él mismo fundó y que representa un modelo de desarrollo en la región. En esta cita cultural, que se celebra desde hace ocho años a orillas del mar Rojo, el empresario ha destacado su habilidad para comunicarse en español, idioma que aprendió por su deseo de invertir en Cuba hace tres décadas, ya que en ese momento era más apreciado que el inglés en la isla, además de que su esposa es ecuatoriana.
Modelo de ciudad
Una de las mayores frustraciones de Sawiris es convencer a quienes no han visitado Egipto de que existen lugares como El Gouna, que podría ser comparada con una Marbella egipcia. Este modelo de ciudad, que se estableció hace 35 años, ha inspirado al Gobierno a impulsar más proyectos similares en otras partes del país, especialmente aquellas desarrolladas por el sector privado, que cuentan con la inversión de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.
En el ejercicio fiscal 2024/2025, Egipto registró inversiones extranjeras directas por valor de 12.200 millones de dólares, una cifra notablemente inferior a los 46.100 millones de dólares del periodo anterior. Esta caída se debió, en parte, a que el ejercicio previo había incluido ingresos extraordinarios de 35.000 millones de dólares, generados por un acuerdo con Emiratos Árabes Unidos para el desarrollo de la ciudad turística de Ras al Hikma, ubicada en la costa mediterránea. Según el Banco Central Egipcio, esta situación ha agravado la crisis económica del país, caracterizada por una inflación extremadamente alta, escasez de divisas y la depreciación de la moneda local.
Este miércoles, también se celebra en Bruselas la primera cumbre UE-Egipto, que se enfocará en profundizar la asociación política y económica entre ambas partes. En un momento crítico, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha indicado que espera que Egipto lleve a cabo una implementación efectiva de políticas relacionadas con la propiedad estatal y un programa de desinversión de activos. Estas medidas se consideran esenciales para reducir el papel del Estado en la economía y equilibrar las condiciones entre el sector público y el privado.






